La idea de El Libro de Referencia de las Huellas Dactilares se originó durante una reunión en abril de 2002. Los individuos quienes representaban a las comunidades académicas y científicas de huellas dactilares se reunieron en Chicago, Illinois, durante día y medio para discutir el estado de la identificación de huellas dactilares con miras hacia los desafíos planteados por cuestiones de Daubert. La reunión fue un proyecto conjunto entre la Asociación Internacional para la Identificación (IAI) y la Universidad de West Virginia (WVU). Una recomendación que salió de esa reunión fue la sugerencia de crear un libro de referencia para los revisores de crestas de fricción, es decir, una única fuente de información documentada con respecto al tema. Este libro de referencia proporcionaría información educativa, de capacitación, e investigación para la comunidad científica internacional.
El Grupo de Trabajo Científico sobre el Análisis, Estudio y Tecnología de las Crestas de Fricción (SWGFAST) preparó un resumen de los temas que debían ser incluidos en el libro de referencia. Charles Illsley, miembro del SWGFAST, preparó una propuesta de subsidios para entregarla al Instituto Nacional de Justicia (NIJ) y solicitar la financiación del proyecto, con Frank Fitzpatrick como el director del proyecto y Alan y Debbie McRoberts como los editores de libro de referencia. Aunque
muchos participantes del proyecto eran, y algunos siguen siendo, miembros activos del SWGFAST, la participación en el proyecto no estaba restringida a
miembros del SWGFAST.
El NIJ proporcionó financiamiento a la Iniciativa de Ciencias Forenses de WVU para apoyar el proyecto, y extendió un llamado a los autores y revisores de toda la comunidad forense. Se pidió a los posibles autores que prepararan un esquema detallado y una introducción (aproximadamente de 250 a 750 palabras) para cada capítulo que esperaban escribir. También se les pidió proporcionar un currículum vitae. Dos o más individuos eligieron ser voluntarios para la mayoría de los capítulos y algunos capítulos tenían hasta siete voluntarios. Los revisores criticaron las introducciones y bosquejos para los distintos capítulos, y Frank Fitzpatrick y yo hicimos la selección final de los autores de los capítulos. Múltiples revisores para cada capítulo participaron, quienes se encuentran listados al final de cada capítulo. Los currículos de todos los autores y la mayoría de los revisores se incluyen en el apéndice.
Si quieres ver el artículo completo o descargarlo puedes hacerlo a través del siguiente enlace:
VER O DESCARGAR ARTÍCULO COMPLETO